Tampoco puedo decir a los medianos que son la mejor clase del mundo, ni a los mayores que ellos son los únicos que me entienden. El único que queda aquí es Jimmy, sentado en su cajón, como siempre. No hay nadie jugando al fútbol, ni con los patines, ni con la comba. Hoy no hace falta que alguien se invente el nombre de los equipos (ni los pistachinis, ni los cagarruchas, ni nada). No hay nadie cavando hoyos buscando tesoros y piedras preciosas. Nadie se ha dejado olvidado el túper del almuerzo en las escaleras. No hay que recoger ni un solo triciclo, ni palas ni cubos. No ha habido ni un solo niño que me haya pedido decir por el micrófono eso de “Y llegados a este punto, y si nadie lo remedia, ya que son las dos y media, debo hablaros de un asunto, el recreo ha terminado, a la fila todo el mundo, que no queda ni un segundo, y colorín colorado.”
Y encima esta tarde teníamos Plástica, mi tarde favorita. El caso es que siempre me quejo de tener que estar poniendo pelos de segueta cada dos por tres, y de pediros que no gastéis tanto pegamento. Pero prefiero mil veces una tarde poniendo pelos de segueta, a estar aquí sin vosotros, solo, preocupado y con miedo.
Así que he decidido no tener miedo, y pediros que no lo tengáis. Pronto volveremos a estar juntos, prepararemos los exámenes oficiales, organizaremos la XII Vuelta en Bici, seguiréis escribiendo artículos para el periódico, las presentaciones en powerpoint... y el cole volverá a funcionar a pleno rendimiento. Mientras tanto, quedaos en casa, haced los deberes que os hemos enviado y leed todo lo que tengáis a mano.
Esto sin vosotros no es un cole, y yo quiero ir al cole, porque ir al cole mola.
Un saludo con el codo.
Mújol.
Nota:
Desde que puse en marcha este periódico, hace ya casi doce años, es la primera que vez escribo. Este espacio es solo para que escribáis vosotros. Lo hago aquí porque la web del cole no funciona, está atascada porque todos los profes de Madrid están intentando subir los deberes.
¡Ánimo, Madrid!
Hola Ángel soy Claudia yo también echo de menos las clases de plástica,y a ti cambiando pelos de segueta a todas horas y diciendo que no echemos tanto pegamento en las casitas de pájaro, diciendo que pongamos más colores en el cuadro de el grito,tus chistes graciosos que solo entendemos los mayores y también me acuerdo mucho de mis compañer@s y de todos los profesores.
ResponderEliminarHola Ángel soy abril yo también quiero volver a escucharos decir que no gritemos que si salimos que no llueve que es primavera no me gustaría Sra hacer los deberes en casa porque no hay profesores como tú y Fernando que nos ayudan es un rollo estar en casa
ResponderEliminarHola Ángel, soy La profe Ana, que ya no estoy ahí ( muy a mi pesar��) y te entiendo perfectamente. Un cole sin niños no es un cole, el cole necesita a los niños, aunque a veces hablen de más,corran de más, etc. Sé que esto no va a durar mucho y que pronto volveremos a nuestra actividad normal de cada día, a decir a los niños que no chillen, que no corran, que no se olviden los túper ni los triciclos ni las palas, y todo lo que les decimos y nos dicen “ profe, puedo ir al baño” lo copio con lápiz o con boli, ¿qué hay que hacer? Etc etc. Mientras esto vuelve a la normalidad, seguimos todos trabajando desde casa. Y yo no dejo de leer el mejor periódico del mundo mundial, el vuestro. Si no comento es porque la tecnología y yo no nos llevamos bien ahora, pero hoy me da igual y escribo. Os echo mucho de menos a todos y todas y siempre os recuerdo con todo el cariño del mundo que me disteis. Ánimo a todos, profes y alumnos y alumnas que pronto volveremos a la vida normal. Besos a todos y todas de la profe Ana������
ResponderEliminarOjalá pase proto todo esto y seguir Todos juntos en el cole.
ResponderEliminarUn saludo Grande🌈🌈🌈🌈🌈🌈
Un cole sin niños no es un cole y una casa donde los niños ya no saben qué hacer para no aburrirse y sus padres no saben qué inventar para matar el tiempo muerto y vacío y qué sonrisa buscar donde solo existe preocupación no es una casa feliz. Nuestra mayor ilusión era crear un hogar alegre y feliz donde la infancia de nuestros hijos fuera un cuento de hadas, al igual que el cole al que van, y ahora nuestras casas, nuestro cole y toda nuestra vida parecen sumidos en una película terrorífica de ciencia ficción. A pesar de ello saldremos adelante, volveremos a sonreír de verdad, volveremos a vernos y celebrar fiestas y cumpleaños con amigos, volveremos a ir al ¡mejor cole del mundo! y volveremos a tener casas llenas pero no de espíritus sino llenas de felicidad. ¡¡Adelante, siempre adelante!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, un cole sin niños no es un cole. Niños llenos de valentía, ganas de aprender y de comerse el mundo como sois vosotros. Os echo inmensamente de menos.
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